El bronce es una aleación metálica que se compone principalmente de cobre y estaño, aunque también puede contener otros metales en su composición química como el zinc, el níquel y el plomo.
Nace hace unos 5000 años, te invitamos a leer la siguiente lectura para que conozcas el origen de la Edad del Bronce.
Es un material duradero, resistente a la corrosión y es usado en una gran variedad de aplicaciones, desde estatuas, hasta instrumentos musicales. Muy utilizado en herramientas y objetos decorativos.
Dependiendo de la composición exacta de la aleación, el bronce puede tener una amplia variedad de propiedades mecánicas y físicas, lo que lo hace adecuado para diferentes aplicaciones.
La composición química exacta del bronce puede variar según la aplicación para la que se utilice, pero por lo general, contiene entre un 60 y un 90 por ciento de cobre y un 10 y un 40 por ciento de estaño. El zinc se agrega a menudo para mejorar la resistencia a la corrosión y la dureza, mientras que el níquel puede aumentar la resistencia mecánica.
ESTAÑO Y COBRE
La función del estaño agrega dureza y resistencia mecánica al cobre, lo que lo hace más adecuado para diversas aplicaciones. Dependiendo de la proporción de cobre y estaño en la aleación, así como de la posible presencia de otros elementos de aleación, se pueden obtener diferentes tipos de bronces con propiedades específicas. Por ejemplo, el bronce de fósforo es una variedad de bronce que contiene pequeñas cantidades de fósforo y se utiliza en aplicaciones donde se requiere mayor resistencia a la corrosión y a la fatiga.
El bronce tiene color dorado o amarillo rosado, su alta conductividad térmica y eléctrica, su buena maquinabilidad (como nuestro Bronce Estándar UNS C84400). Estas características hacen del bronce un material popular en una amplia gama de aplicaciones industriales y artísticas.